Algunos oriundos se quejaban de tener que competir por las plazas de aparcamiento, pero muchos propietarios de comercios dijeron que estaban contentos por acoger a la serie y a sus fans.
“Cuando tus ventas suben un 40 por ciento respecto al mismo mes del año pasado, eso debe ser bueno”, dijo Jim Preece, propietario de una tienda. “Nuestra Navidad fue fenomenal”.
El libro de visitas de la tienda de Preece recoge las firmas de los visitantes que han viajado a Senoia desde todo el país e incluso desde Europa, Asia y el Caribe.
El tráfico turístico continuó después de que las cámaras dejaran de rodar, según los comerciantes locales, ayudado por las páginas web de aficionados que dirigen a los visitantes a escenarios específicos del rodaje de cada capítulo.
Brian Holland, un técnico de aires acondicionados que vive en Columbus, en el estado de Georgia, gestiona la página web Walking Dead Locations como pasatiempo. Dijo que la gente le mandaba correos electrónicos diariamente pidiéndole ayuda para planear sus viajes.
“Comencé paseándome los sábados y haciendo fotos de los lugares que había visto en la serie, y ahora hablo con gente de todo el mundo”, dijo Holland, de 40 años.
Recientemente, un día entre semana, seguidores de la serie que iban desde adolescentes hasta jubilados posaron para fotografiarse en los ficticios ayuntamiento y banco de Woodbury y compraron café “Zombi Oscuro” de la cafetería que sirve a sus clientes como la Woodbury Coffee House de la serie.
“A mi hija le va a dar una envidia extraordinaria”, dijo Ted Molnar, de 60 años, que condujo dos horas desde la localidad de LaFayette con su mujer para echar un vistazo al escenario de la serie. Una pegatina en su furgoneta dice: “Cuando vengan los zombis, estaré listo”.
Fuente: Reuters