Chicago, un museo vivo de arquitectura

Desde hace años, Chicago ha dejado de ser el paradigma de la mafia y de Al Capone para convertirse en uno de los museos vivientes de arquitectura más interesantes del mundo.
Otras atracciones importantes de esta ciudad edificada en las orillas del extenso lago Michigan son la música clásica y popular, ya que alberga una famosa Orquesta Sinfónica y múltiples clubes de jazz y blues; el arte, con su prestigioso Art Institute y las compras, con enormes centros comerciales.

Según la historia local, el primer residente en el lugar que luego sería la ciudad, fue Jean Baptiste Point du Sable, un comerciante de Santo Domingo de ascendencia africano-francesa. El hombre se radicó en la boca del río Chicago en 1779.

En 1839 se vendieron terrenos para financiar lo que sería el canal de Illinois y Michigan que conecta el río Chicago con el Mississippi. Tres años más tarde, la creciente población ya llegaba a 350 personas. Cuatro años más tarde, Chicago tenía más de 4,000 habitantes.

A partir de ese momento, la importancia de la ciudad aumentó de manera vertiginosa, no sin atravesar algunas tragedias, como el gran incendio de 1871 que costó 300 vidas y dejó a 90,000 vecinos sin techo, con unas pérdidas que se estimaron en $200 millones.

El hecho tuvo, sin embargo, un aspecto positivo, porque permitió planificar más racionalmente y reedificar la ciudad entera. En 1893, Chicago albergó la Exposición Colombina Internacional, que atrajo a cerca de 26 millones de visitantes en los seis meses que duró. En 1909 se publicó el plan del arquitecto Daniel Burnham para organizar una ciudad moderna, con sus parques, espacios verdes y bosques protegidos.

En 1933 se organizó en esta ciudad del Medio Oeste la Feria Mundial bajo el título de ”Un siglo de progreso”, que a lo largo de dos años permitió visitar la ciudad a 39 millones de personas. En las primeras décadas del siglo XX su poder y riqueza convirtieron a Chicago en uno de los centros más importantes de Estados Unidos del crimen organizado. De esa época sólo quedan algunas viejas fotografías de Al Capone en el Green Mill, el club de jazz que frecuentaba.

La herencia multicultural de la ciudad se refleja en sus barrios, como el chino, el polaco, el griego, el ucraniano, el checo, el mexicano o el negro. Actualmente, es la residencia de mas de tres millones de personas procedentes de todo el mundo.

La espectacular arquitectura de Chicago es famosa. El primer rascacielos que se construyó en el mundo fue el Home Insurance Building de esta ciudad, en 1885. Actualmente, tiene tres de los edificios más altos de la Tierra: la torre Sears, el centro AON y el John Hancock, así como el más extenso de EE.UU. –sin contar el Pentágono–, el Merchandise Mart. Es tan grande que posee un código postal propio. Aparte de Burnham, otros arquitectos famosos trabajaron y edificaron maravillosos edificios en Chicago. Entre ellos merecen citarse Louis Sullivan, Frank Lloyd Wright, Ludwig Mies Van der Rohe y Helmut Jahn.

Además de diseños más interesantes y vanguardistas, la ventaja que tiene Chicago sobre Nueva York es que entre edificio y edificio hay un espacio, lo que permite apreciar la estructura en toda su belleza.

Subir al observatorio del Hancock, desde el que se ve toda la ciudad y el lago, es una experiencia única. Varias empresas organizan excursiones arquitectónicas para ver los edificios más interesantes. Unas son a pie, otras en autobús y, tal vez las mejores, en barco. La perspectiva de la ciudad desde el lago Michigan es inolvidable.

Una de las atracciones que tiene más éxito actualmente es el Millenium Park, un enorme espacio verde ubicado al lado del Art Institute y enfrente de la sede de la Sinfónica de Chicago. En el lugar hay un gran anfiteatro diseñado por Frank Gehry que tiene la apariencia de una carabela de acero, una extraordinaria escultura de Anish Kapoor denominada muy apropiadamente ”Cloud Gate” (La puerta de las nubes); unas curiosas y enormes fuentes rectangulares que muestran cambiantes rostros de gente de Chicago; un grandioso peristilo y varios jardines.

La mejor manera de conocer la ciudad, es caminar por sus barrios. Ver el ”Loop”, con su tren elevado, recorrer la ciudad vieja, dar un paseo por el borde del lago o internarse en las pequeñas calles bordeadas de hermosas mansiones que están al oeste de la avenida North Michigan.
En la década de 1920, Chicago se convirtió en la capital estadounidense del jazz.

En establecimientos como Apex Club, Dreamland Café, Plantation Café y Royal Garden, actuaron famosos intérpretes como Jelly Roll Morton, Louis Armstrong, Kid Ory, Fletcher Henderson y Earl Hines. En la década siguiente, Benny Goodman, el niño prodigio de una familia pobre de Chicago, se convirtió en ”el rey del swing”. Uno de los más antiguos clubes de jazz de la ciudad, que aún existe, es el ya mencionado Green Mill, que abrió sus puertas en 1907. Otros establecimientos que ofrecen programas musicales excelentes son Jazz Showcase, Cotton Club, The Velvet Lounge o Backroom.

En cuanto a la música clásica, su orquesta sinfónica, dirigida por el argentino Daniel Barenboim, es famosa en todo el mundo.

Tres museos justifican el viaje a Chicago: el Art Institute, el Field y el de Ciencia e Industria. El primero tiene importantes colecciones de impresionistas franceses y de expresionistas alemanes, así como de pintura estadounidense del siglo XX.

Cuadros de Van Gogh, Klee, Picasso, Monet, Degas, Renoir, Hoper y Chagall, entre otros cientos de artistas, resplandecen en las paredes del museo.

El Field es uno de los más famosos centros de antropología, arqueología y ciencias naturales del mundo. Atuendos de todas las civilizaciones de la Tierra, utensilios, reproducciones de viviendas y animales embalsamados se suceden casi hasta el infinito en las salas del museo.

Por su parte, el de Ciencia e Industria es el más grande del hemisferio occidental. Los visitantes pueden subir a un Boeing 727, descender a una mina de carbón o visitar un submarino alemán U-505 de la II Guerra, entre otras muchas actividades.

Chicago también es famosa por sus grandes centros comerciales, desde el faraónico Merchandise Mart, hasta otros más convencionales como Marshall Field’s –abierto en 1852–, Neiman Marcus, Water Tower o Carson Pirie Scott, cuyo frente fue diseñado por el arquitecto Lous Sullivan en 1899. Otro lugar lleno de tiendas es la avenida North Michigan.

El aeropuerto O’Hare de Chicago recibe vuelos de todas las ciudades de Estados Unidos. Si el trayecto al centro de la ciudad se hace en las horas de mayor congestión de tránsito, el viaje puede durar una hora. Si no, la mitad.

Fuente: El Universal de México,Oscar Peyrou / Efe Reportajes

One thought on “Chicago, un museo vivo de arquitectura

  1. Hola soy silvina de argentina, tengo 16 años
    y estoy muy intereda en la arquitectura.
    Entre a esta pag y me pareció interesante, pero quisiera q pongan mas imagenes de ciudades…
    Repito de nuevo, muy buena la página.

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