Cerca de 50.000 espectadores colmaron en Buenos Aires el estadio Monumental del River Plate para disfrutar del concierto de Roger Waters, líder de la disuelta banda británica Pink Floyd, en el que recorrió los más grandes clásicos de su carrera.
Los reconocidos temas “In the flesh” y “Mother”, de la producción The Wall, fueron los elegidos para iniciar el primero de los dos recitales previstos en la capital argentina, como parte de la gira mundial “El lado oscuro de la luna”, el mismo nombre de su exitoso disco editado en 1973.
“Gracias, bienvenidos”, dijo Waters al irrumpir en el escenario, lo que provocó el estallido de aplausos del nutrido público que, durante dos horas y media, ovacionó cada una de las canciones interpretadas por el músico británico.
Las numerosas luces, los fuegos artificiales y las tres grandes pantallas de alta definición dispuestas en el escenario sirvieron para añadirle espectacularidad al concierto, que incluyó los máximos clásicos de Pink Floyd, algunos temas de su carrera solista y los temas del disco que le dio el nombre a la gira.
Vestido con una remera, pantalón y saco de color negro, Waters estuvo acompañado por una banda de catorce músicos y un grupo de coristas que durante varios tramos destacaron sus voces.
El ex integrante de la banda británica sorprendió al público cuando comenzó a cantar “Sheep” y un enorme cerdo inflable salió inesperadamente del escenario para recorrer el estadio por el aire, con su lomo cubierto por leyendas escritas por personalidades locales de la cultura.
Luego del concierto que brindará hoy, el tour por América Latina, que forma parte de la gira mundial, continuará en las ciudades brasileñas de Río de Janeiro y Sao Paulo.