Por: Richard Brooks
Los padres también se angustian, no duermen pensando en el bienestar de sus hijos, lo dan todo por ellos, se regocijan con sus triunfos, sufren con sus errores, callan y silencian sus preocupaciones, gritan de alegría aunque no lo expresen cuando sus hijos están pendientes de ellos. Los padres también sienten y aman.
“La calle del espanto” nació por el amor hacia mi padre, los once hijos de Richard Brooks nunca le perdonaron al cura de Taboga que en su ignorancia se negó a bautizarlos con su apellido, se los cambió a “Ríos”. Somos Brooks como muchos otros panameños con diversos orígenes y provenientes de distintas latitudes. El sentimiento se hace literatura, las palabras tienen el afecto de las raíces familiares.
Obsequie un libro a su padre, tío, hermano, hijos, amigos en el “Día del Padre Panameño” ¡Felíz Día del Padre a mis amigos!