El “moonwalk” cumple un cuarto de siglo

¿Quién no ha visto alguna vez a Michael Jackson bailar como si caminase sobre la luna? Esa coreografía la estrenó el artista estadounidense en un programa de televisión hace hoy 25 años.

“Motown 25: Yesterday, Today, Forever”, grabado el 25 de marzo de 1983 y emitido el 16 de mayo de aquel año, fue el nombre que llevó el especial producido por Suzanne de Passe para conmemorar los 25 años de existencia de la discográfica Motown Records.

“Aquella noche fue el momento más importante de su carrera en la televisión; logró conectar con toda una nueva audiencia”, dijo De Passe sobre el número de Jackson.

Fue una velada de actuaciones memorables, entre las que se incluyen la aparición conjunta de Temptations y Four Tops, el “What’s Going On” de Marvin Gaye o el “Someday We’ll Be Together” de Diana Ross & The Supremes.

Pero fue un apasionado y enérgico Jackson quien grabó su actuación a fuego en la retina de cualquier melómano y de 47 millones de estadounidenses que asistieron atónitos a la emisión.

Los primeros compases de “Billie Jean”, la canción del álbum “Thriller” (1982) que interpretó, provocaron el delirio de los espectadores, que no imaginaban que a punto estaban de descubrir una coreografía única y permanentemente recordada.

Solo en el escenario e iluminado simplemente por uno de los focos del recinto, Jackson arrancó su actuación con un golpe de cadera tan veloz y desatado que hubiera hecho palidecer al mismísimo Elvis Presley.

Se presentó allí con zapatos y sombrero negros, calcetines blancos y un único guante níveo, una mezcla no demasiado afortunada para la vestimenta diaria que, sin embargo, en Jackson se convertían en el complemento perfecto para su camisa gris de lentejuelas y los pantalones y chaqueta oscuros.

“Ni él mismo sabía qué iba a hacer”, admitió el hermano del artista, Jermaine Jackson. “Todo lo que hizo se le ocurrió allí en el escenario. Fue algo increíble”.

Su presencia transmitía una confianza y seguridad en sí mismo que rezumaba chulería, como demostró al lanzar el sombrero entre bastidores y peinarse justo antes de empezar a cantar.

Pero ¿cómo definir aquellos vertiginosos pasos y latigazos, ejecutados a la velocidad de la luz, que hubieran provocado más de un esguince de tobillo o de rodilla a cualquiera de los aventurados que le pretendieran imitar?

Había nacido el “Moonwalk” (“Paseo lunar”). Al menos, para el gran público, porque en realidad, esos pasos hacía tiempo que estaban en los guetos, y a Jackson se los enseñó un coreógrafo llamado Jeffrey Daniels.

“El ‘Moonwalk’ consiste en andar con la sensación de que el suelo te hace retroceder, y si se consigue hacer sin que parezca una ilusión, es que lo has conseguido”, relató en un documental el propio Daniels, que reveló que Jackson decidió llamarlo así a pesar de que en realidad en las calles se conocía como “back slide”.

“Bailaba como si estuviera dentro de la música”, manifestó el coreógrafo en alusión al impacto del baile del artista.

Hoy, la particular resurrección del “paseo lunar”, al menos en España, próximamente en toda Europa y todo un fenómeno en internet, tiene un nombre: Rodolfo Chikilicuatre, representante español en el próximo Festival de la Canción de Eurovisión.

Así se conoce al alter ego del actor y cantante argentino David Fernández, que en su tema “Baila el chiki chiki” ha incluido el “maiquelyason”, una versión tabernaria del legendario movimiento del artista estadounidense, como uno de sus pasos fundamentales.

El “breikindance”, el “crusaíto” y el “robocop” son los demás movimientos ineludibles en este nuevo éxito surrealista que representará a España en Eurovisión, una decisión que ha generado cierta polémica ya que algunos lo consideran una tomadura de pelo.

Sin embargo, el 24 de mayo, fecha de la celebración de la gala en Belgrado, Chikilicuatre sorprenderá a propios y extraños y comprobará si este giro “freak” de España en el certamen obtiene el beneplácito de sus vecinos europeos o, al menos, la repercusión que busca en forma de audiencia.

Antonio Martín Guirado/ EFE