“Acabo de matar a mi padre” es el título de la miniserie recién estrenada por la plataforma de streaming Netlflix; un parricidio ocurrido en 2019 en Baton Rouge, un pueblo de Louisiana, donde Anthony Templet, un chico de 17 años disparó a su padre, Burt, en su propia casa.
El adolescente informó del hecho cuando llamó al 911 y le confesó a la operadora que, tras fuertes discusiones, tomó un arma y dio tres disparos. Aunque el hombre, identificado como Burt Templet, no murió en el momento, sí lo hizo días después.
La noticia llegó a los medios, quienes señalaban al chico como un asesino despiadado y frío, hasta que, poco después, un personaje inesperado apareció de repente para dar un testimonio clave: Netasha, una hermana por parte de madre de Anthony que contó que Anthony había sido secuestrado por Burt 11 años antes.
En sus declaraciones a Wafb.com, Natasha detalló que Burt, por entonces la pareja de su madre, entró en la casa familiar en Texas en 2008 y se llevó a Anthony, que en ese momento solo tenía 5 años: “He tenido que esperar 11 años para descubrir que mi hermano sigue vivo. Durante todo este tiempo su padre lo ha tenido aislado y ha abusado de él. Mi valiente hermano tuvo que defenderse de una vez por todas ante este hombre maligno”.
También explicó cómo era la vida familiar: “Burt y mi madre estuvieron juntos durante unos diez años y él era extremadamente violento. No puedo ni imaginar todo lo que ha tenido que pasar Anthony. Cuando era un bebé, Burt lo tenía en brazos mientras maltrataba a mi madre”.
El crimen escondía una trágica historia de abusos constantes, físicos y psicológicos, que no solo afectaban su hijo, sino también hacia la madre del entonces menor.
Natasha y Teresa, la madre de ambos, denunciaron el secuestro de Anthony y llenaron la zona de carteles con su cara, pero sin ningún resultado.
Cuando Burt se llevó a Anthony, lo aisló hasta el punto de que no estaba escolarizado, y apenas le permitía mantener contacto con nadie que no fuera él. Según The Advocate, el abogado de Anthony, Jarrett Ambeau, confirmó que su cliente había sido aislado y había sufrido abusos por parte de su padre, “abusos físicos, mentales y emocionales”.
Así, de victimario, Anthony pasa a ser víctima tras las revelaciones de los hechos dramáticos que muestra la investigación y aunque fue inicialmente declarado culpable de asesinato en segundo grado, una vez que el fiscal confirmó que había actuado en defensa propia tras años de abusos, la sentencia se redujo a homicidio involuntario.
En 2021 se le condenó a cinco años de libertad condicional, con los requisitos de que debía sacar el grado escolar, empezar terapia y buscar un trabajo a tiempo completo o unos estudios también de tiempo completo. Si cumple esos requisitos, su expediente judicial se borrará.