Los usuarios de reproductores MP3 y otros aparatos electrónicos personales deberían poder copiar música para su consumo privado sin violar la legislación británica, recomienda un influyente centro de estudios de este país.
El Instituto para las Investigaciones sobre Políticas Públicas aboga por un cambio en las leyes británicas de copyright de forma que los ciudadanos puedan hacer copias para su uso personal de discos compactos o de DVDs.
Según ese centro, millones de individuos desconocen que violan diariamente las leyes y ese tipo de actividades podrían ser legalizadas sin daños importantes para el titular de la patente.
“Las leyes británicas en materia de copyright están desfasadas en relación con las prácticas de los consumidores y el progreso económico”, señala Ian Kearns, director adjunto de ese instituto, citado por el diario “Financial Times”.
“En lo que se refiere a proteger los intereses de los titulares del copyright, está bien el énfasis que pone la industria musical en combatir la distribución ilegal y no perseguir judicialmente a quienes hacen copias personales”, indica Kearns.
“No compete, sin embargo, a la industria decidir qué derechos tienen los consumidores, sino que esto es competencia del Gobierno”, añade.
Según una encuesta encargada por el Consejo Nacional de los Consumidores, un 55 por ciento de los adultos británicos dice haber copiado discos compactos en algún otro equipo como un ordenador o un reproductor MP3.
Un 59 por ciento de los encuestados creían que copiar CD para el uso propio era legal y sólo un 19 por ciento sabía que estaba actuando ilegalmente.
La industria discográfica ha expresado por su parte su interés en una clarificación que permita a los consumidores saber con certeza lo pueden y no pueden hacer.