Hablar por horas y horas con Eduardo Verdurmen es fácil, sobretodo cuando se tocan temas que le apasionan como el cine, la música y ahora, la literatura. Desde que inicia la explicación del nacimiento de su ópera prima, el autor de Rex Angelorum se nota orgulloso y emocionado con los resultados obtenidos.
La historia de Jaime Grajales, un panameño que desconoce que es el arcángel Uriel, ha logrado superar la máxima que aseguraba que el panameño no lee. Verdurmen, asegura “el panameño no leía” pues ya puede probar que existe una nueva generación de lectores descubriendo lo interesante de la literatura.
La edad promedio de los compradores de la obra oscila entre los 12 y los 22 años, estudiantes que buscan el libro por placer y no por la obligación de leer en la escuela o la universidad. Un fenómeno que Verdurmen adjudica a las sagas de Harry Potter y Twilight, que tienen miles de seguidores jóvenes a nivel mundial. “Venían leyendo Harry Potter, Crepúsculo, y el tema les fascinó”.
La historia inicia hace cinco o seis años, con una experiencia personal del autor. “Yo estaba en el Coastway patinando con mis hijos y me encuentro con una señora que podía tener 70 años, yo venía a toda velocidad, la señora se puso en el medio y casi me la llevo. Frené, la agarré y la abracé. Inmediatamente pensé que se trataba de una tía o un familiar de Chitré o de Santiago y entré en conversación con ella, pero no doy con quién es. La primera vez que ella me habla me dice ‘mira, anoche te prendí cuatro velas y te recé tal y tal rezo’, yo pensé ‘estoy en problemas, ¿qué hago ahora?’ pero le dije ‘mire señora, usted me está confundiendo con alguien’ y ella me dijo ‘no, tú eres el arcángel Uriel, lo que pasa es que tú estás dormido en este momento, en el momento que tú despiertes, nosotros somos un grupo que está esperando ese momento, lo único que te pedimos es que por favor no te olvides de nosotros’. Quedé con la boca abierta, me pidió otro abrazo y se lo di, después me dijo ‘mira, las velas tal y tal son las que te vamos a prender esta noche, ha sido un honor para mi encontrarte, por favor en el momento de tu despertar acuérdate de nosotros que estamos pendientes de ti’. Me fui a toda velocidad y le expliqué a mis hijos que la señora me confundió con alguien. Eso es todo”.
Un año más tarde, hubo la oportunidad de enviar un guión a España para el concurso Iber Media, “se me vino a la cabeza escribir qué pasa si hay un panameño que es un arcángel y no lo sabe, pero la gente humilde si lo ve”, el trabajo ganó el premio desarrollo por encima de propuestas de 17 países. Al seguir trabajando el guión, uno se desvía a una editorial madrileña y 2 semanas más tarde, llamaron a preguntar “Señor Verdurmen, ¿dónde está el libro en el que está basado este guión?” El libro no existía y el tiempo para crearlo, tampoco. Verdurmen pensó entregar los derechos para que la editorial lo desarrollara, pero las leyes internacionales de derecho de autor lo prohíben.
Ese es el inicio de un trabajo que demoró años en ver la luz. Entre la disciplina de escribir de madrugada (el único momento libre que tenía), un año de investigación obligatoria para que las bases de la novela fueran reales, seis meses más de cambios de la mano del equipo de balística de la editorial, edición y eliminación de capítulos… el trabajo parecía interminable.
Inician los contratiempos
La editorial pidió un año de gracia para la publicación, algo imposible para Verdurmen, quien estaba filmando el material, y la película no podía salir antes del libro. “Me dieron los derechos nuevamente y sin asco, me fui frustrado y llegué a Panamá casi llorando, preguntándome qué hice mal”, explica. La causa era la falta de presupuesto, la crisis económica que se presentó en Europa golpeó muy fuerte a España, el equipo de trabajo había sido despedido y las otras empresas involucradas también habían cerrado. “Si me lo hubieran explicado, lo hubiera entendido”, añade.
En Panamá, la primera sorpresa con la que se encontró es que no existe una editorial que haga el trabajo de publicación de libros, sino que se dedican únicamente a impresión. En los lugares citados como editorial, la respuesta recibida era la misma: usted nos da el dinero, le mandamos a hacer el libro. “En Panamá, los autores se pagan sus cosas y lo llevan a Arrocha para que lo pongan en la sección nacional. Esa sí me golpeó durísimo,” explica.
Según el directorio de escritores vivos de Panamá, la cifra de autores panameños asciende casi a 300 autores, pero las editoriales, son casi inexistentes.
En su búsqueda, encontró a Universal Books. “El libro que ellos sacaron fue el protipo que yo cree: hoja bond blanca, el libro grande, tapa dura cristalizada y me dijeron que en Panamá no se hace eso, en Colombia sale a $17.00 la pieza, qué va, se iban $17 mil en 2 cajitas, ¿para venderlo en cuánto $40? Eso no es negocio,” recuerda. Pese a las malas noticias, decidió pagar sus 10 primeros libros, con ellos obtuvo la atención de Luigi Lescure de la Editorial 9 signos y le dice que la editorial puede sacar entre 300 y 400 copias.
Llega el arcángel con buena estrella
El 10 de agosto de 2009 se hizo el lanzamiento en Panamá. El evento incluía el “trailer” del libro en todos los televisores del local y aunque muchos pensaron que no iba a funcionar la idea de sacar el lanzamiento de una novela panameña de los eventos tradicionales, le resultó y asistió toda la prensa, se vendieron todos los libros.
15 días después, estuvo en la Feria del Libro panameña y en noviembre, viajó a Guadalajara, México. En ambos eventos, el resultado fue el mismo: se vendieron todas las unidades.
Los lectores han usado Internet como herramienta de promoción e intercambio. Se han creado foros, grupos y una página en Facebook; las críticas han sido positivas y, según Verdurmen, puede deberse a que ha sido escrita como un guión de Hollywood, pero la historia es 100% panameña, “la gente me ha escrito en Facebook a decirme que no puede creer que suceda en suelo panameño, pero yo me pregunto ¿por qué no?”
Ahora, invitado a la Feria del Libro de Buenos Aires, las expectativas son altas, pero para poder cubrirlas señala que tendrá una extensa agenda promocional por los medios: “Si Dios quiere, puedo prender el rancho”.
Verdurmen está firmado por la editorial por 5 años más, en los que planea lanzar Rex 2, 3 y 4 y dos libros más.
En cuanto a la película, el autor asegura que puede ser uno de los casos extraños en los que el filme supere el libro, porque nació visto como película, en imágenes, con técnica cinematográfica, narrado como guión de cine y no como obra literaria, se consume rápido “porque cada hoja es como un proyector”.
Se dice que la película no supera el libro, pero “eso es porque el autor es una persona, el guionista es otra persona, el director es otra persona… si el escritor no logra captar lo que está sucediendo en el libro es un desastre, pero si el director de cine es el mismo que dirigió, escribió el guión y escribió el libro, es Avatar, excelente en cine, excelente en el libro. El mismo tipo tiene la visión en ambas partes, sabe cómo llevar la historia al cine y que se vea superior o igual”.
Después de Rex Angelorum
Verdurmen ya tiene planes a su regreso de Argentina, debe entregar su segundo libro, llamado Neirad.
Al hablar de este nuevo proyecto, el escritor se emociona y suena convencido de que también será exitoso.
“Ese libro lo empecé a escribir el día dos después de que entregué Rex Angelorum, es otro tema. Trata de unos indios que fueron encontrados en el tapón del Darién por unos científicos, 700 panameños que nunca han salido de ahí y que nadie estaba enterado de que estaban ahí”, explica el escritor. “Tienen características muy bonitas: son muy espirituales, si uno de ellos muere, una hectárea de bosque se seca; tienen la facultad de encender fuego con sólo acercar las manos a un objeto, facultades que la sociedad ha perdido y que para ellos es natural”.
“Una de las cosas más bonitas es que se comunican por los ojos, pero los que se pueden comunicar más directamente son los que tienen el mismo color de ojos, ellos le preguntan a los científicos para qué creían que es el color de los ojos y ellos contestan ‘nosotros lo usábamos de estética, incluso usamos lentes de contacto’, se matan de risa y les dice que están bien atrasados, o sea, nosotros somos los atrasados”, cuenta mientras se ríe.
Pero más allá de la historia entre científicos e indígenas, se desarrolla también una historia de acción. En Europa hay un consorcio llamado Fargenic, auspiciado por la mafia de varios países, que crea diferentes enfermedades y las exporta a otros países para que, cuando ya han muerto cientos de personas y nadie sabe qué hacer, vender el remedio a los gobiernos por millones de dólares. Los científicos descubren que los indígenas tienen un ADN particular y nunca se enferman, lo que podría representar la cura de todas las enfermedades y, al enterarse, los líderes del consorcio ponen una recompensa por eliminar a estos indígenas que representan una amenaza para su negocio y es entonces que llegan a Panamá los mejores asesinos del mundo, que se matan entre ellos para probar quién es el mejor.
Verdurmen añade que desde ya, la trama llamó la atención de España y también quieren la película, dije “ok, pero yo no la dirijo”.
El libro será entregado el 7 y debe estar listo entre el 22 y 28 de agosto, el lanzamiento será para la Feria internacional del libro de Panamá y asegura, “siempre será para la feria del libro de Panamá”.
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