La XII Feria del Libro de La Paz, con Chile como invitado de honor, concluyó ayer luego de abrir la puerta a un intercambio literario mayor y más constante entre Bolivia y ese país.
Así lo explicó el presidente de la Cámara Boliviana del Libro, Ernesto Martínez, para quien el desafío es que el acercamiento cultural entre ambos países no se limite al ámbito de una feria como la celebrada en La Paz, sino que se convierta en algo permanente.
Más de veinte escritores chilenos, con Jorge Edwards y Raúl Zurita a la cabeza, han participado en esta duodécima edición.
Para Martínez, ha sido muy satisfactorio poder ver conversar a Edwards con Wilmer Urrelo, el último Premio Nacional de Novela de Bolivia, y establecer contactos con muchos editores chilenos llegados a La Paz.
La “carpa de los poetas chilenos”, centro de tertulias literarias y presentaciones varias, ha sido uno de los lugares más visitados de la feria, según Martínez.
También han tenido muy buena acogida las muestras de libros y los rincones de lectura instalados en algunos barrios paceños, hasta donde se han desplazado escritores chilenos y bolivianos para acercar sus obras a la gente.
En cuanto a la asistencia, hasta el sábado por la noche visitaron la feria unas 40.000 personas lo que, a juicio del presidente de la Cámara del Libro, hace prever que se va a superar la cifra de 51.000 visitantes registrados en la edición de 2006.
Sobre las ventas, Martínez indicó que todos los expositores están muy contentos porque han apreciado un movimiento de libros “muy interesante” y mayor al de años anteriores.
Según el diario La Razón, entre los títulos más vendidos figuran “Mira si yo te querré”, del español Luis Leante, y la edición conmemorativa de “Cien años de soledad”, del colombiano Gabriel García Márquez.
Por su parte, Martínez destacó que los ensayos, que conforman el grueso de la producción boliviana, las obras de contenido técnico y los libros de auto-ayuda suelen ser los géneros más reclamados por los ciudadanos.
No obstante, subrayó que esta edición de 2007 ha puesto de relieve que los bolivianos están empezando a interesarse también por la novela y la poesía.