a palabra escrita es más poderosa que la bala y una gran terapia, un elemento para la sanación de los pueblos que sufren por la violencia, afirmó hoy la poetisa liberiana Patricia Jabbeh Wesley.
Wesley, quien vive en Estados Unidos luego de sufrir las consecuencias de la guerra civil en su país, señaló en entrevista con Efe en el marco del XVII Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia) que con sus escritos busca “tener un registro histórico de lo que pasa en el mundo”.
“Es el registro para que en 50 años, en 100 años, las personas puedan saber lo que vivió mi país en esa época y, además, para alertar a las personas, para que se den cuenta de lo que pasa, que tomen acciones contra la violencia, contra estas situaciones y marchen hacia la paz y hacia un mejoramiento de sus países”, señaló.
Para ella, cuya poesía se centra en narraciones sobre la guerra en su país, aunque también aborda en ocasiones situaciones cómicas o de la vida real, “la palabra escrita es más poderosa que la bala”.
“La escritura es mi más grande terapia, la poesía y la escritura son implementos para la sanación. Yo dicto muchos talleres y en estos enseño a través de la escritura a sacar la rabia, a sacar el dolor”, aseguró Weskey, galardonada con el segundo premio Crab Orchard Award Series 2002 por su libro “Transformándome en ébano”.
La también autora de “Antes de que la palma pudiera florecer: poemas de África” (1998) explicó que varios de sus poemas expresan “mucha rabia”, hablan de las historias de personas que conoció o que se imagina o de su experiencia durante la guerra.
“Yo trabajo con unos refugiados de Liberia y cuando les leo mis poemas ellos dicen que esto les pasó y no se avergüenzan porque no fueron ellos lo que lo hicieron, pero quieren que se sepa y que las personas sepan cómo sucedió y eso los alivia. La escritura es una gran terapia para la sanación”, sostuvo a través de su intérprete.
Después de 14 años de guerra civil y de la salida del poder del “señor de la guerra”, como define a Charles Taylor, Wesley reconoció que hay cambios en su país, gobernado por la primera mujer presidenta en África, Ellen Johnson Sirleaf.
Aunque expresó su preocupación porque la paz aún es “frágil” en Liberia, la escritora aseguró que puso el nombre de Taylor “en todas partes” de su libro para que “en 50 años nadie olvide lo que hizo”.
“En Liberia, todo está destruido, hay miles de millones de niños sin padres”, advirtió.
Taylor gobernó Liberia entre 1997 y 2003 y actualmente se enfrenta a un proceso en el Tribunal Especial para Sierra Leona por crímenes de guerra.
Fuente: EFE
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