Ricky Martin inició hace años un viaje hacia la plenitud como hombre, artista y padre. A la reciente publicación de su primera autobiografía, en la que explora su camino hacia la paternidad y a la aceptación de su homosexualidad, le sigue ahora su nuevo disco, “Música Alma Sexo”, cuyas letras mantienen ese sendero de “verdad”.
“Chicas, viajes y dinero” eran los motivos que un jovencísimo Enrique Martin Morales argumentaba ante su entorno para justificar sus deseos de entrar en el grupo adolescente Menudo, al que llegó con sólo 13 años. Sin embargo, lo que ese niño quería por encima de cualquier otra cosa era bailar y cantar sobre el escenario.
Desde ese momento al del hombre que 25 años después -en marzo de 2010- anunció públicamente su homosexualidad a través de Twitter y que decidió ser padre en solitario, ha mediado un largo proceso de aceptación personal; un proceso como el que recorren muchos otros individuos, con una peculiaridad especial: ese hombre es Ricky Martin, estrella internacional, sex symbol y la cara del llamado “boom latino”.
EL PRESENTE
“Todos en algún momento de la vida llegamos a un punto en el que sentimos el deseo de mirar hacia atrás y observar con detenimiento la vida que hemos llevado”, dice Martin al inicio de su primera autiobiografía, “Yo”, que recoge este proceso.
En esa misma introducción, el cantante justifica el momento escogido para realizar un repaso a su vida: “Hoy siento la necesidad de mirar hacia atrás y ver el camino que me ha traído hasta donde estoy, para que el futuro que tengo por delante sea el más luminoso y certero posible”.
Ese “hoy” llega precedido por un nuevo disco, “Música Alma Sexo”, así como por un ascenso inusitado en el número de sus seguidores a través de las redes sociales. Quizás por todo ello, Ricky Martin califica ese “hoy” en una entrevista con Efe como un momento de plenitud como “hombre, artista y padre”.
PATERNIDAD
Como el propio cantante comenta en sus memorias, hay muchos “antes y después” a lo largo de su vida hasta llegar a este alto en el camino. Uno de los momentos que sin duda cambiaron su percepción sobre la vida fue la decisión de ser padre.
Es conocida la importante labor humanitaria en favor de la infancia que el cantante desempeña a través de la fundación que lleva su nombre. Entre los escenarios donde éste ha prestado asistencia, se encuentra el sudeste asiático, asolado por el tristemente célebre tsunami de 2004.
Martin relata en “Yo” que el caso del niño conocido como “Baby Wave”, hallado vivo con apenas unos días flotando sobre unos restos, le hicieron concebir por primera vez la posibilidad de la adopción, aunque la fórmula que escogió finalmente para convertirse en padre fue la maternidad subrogada.
Más conocida como “vientre de alquiler”, la vía de la subrogación es una práctica legal en algunos lugares del planeta, como California, lugar escogido por Martin. Tras elegir a una donante de óvulo, otra mujer fue la encargada de gestar a los gemelos del cantante, que nacieron en el año 2008.
“La madre que prestó su vientre para que mis hijos tuvieran vida, lo hizo porque, según ella, nunca se había sentido tan cerca de Dios como en el momento en que ella le da el regalo de la vida a alguien que no puede hacerlo por sí solo”, sostiene Martin en defensa de esta posibilidad.
“Estamos en 2011 y la ciencia nos ha dado opciones que no podemos rechazar. Dios le da al hombre inteligencia ilimitada. No la detengamos”, insiste en su entrevista con Efe.
“Leyes” y “tiempo” son algunas de las razones por las que escogió el vientre de alquiler, pese a su contacto directo con niños de todo el mundo que necesitan de un hogar. Martin afirma al respecto que “la adopción es una opción maravillosa, pero hay países donde siendo padre soltero, no se puede adoptar”.
“Yo apadriné una niña adoptada y es una bendición. A lo mejor en un futuro esa pueda ser mi opción”, apunta el cantante, quien no descarta ampliar la familia mediante esa vía en un futuro.
HOMOSEXUALIDAD
Martin relata también en sus memorias, sin citar nombres, algunas de las historias sentimentales que más le marcaron. Al principio mujeres, como el caso de una mujer casada o el de la presentadora de “un exitosísimo show de televisión”, “alta, rubia e infinitamente elegante”.
Luego llegó su primer encuentro importante con un hombre, un locutor de radio de Los Angeles al que ofreció vivir una vida sin mentiras, cuando apenas empezaba a experimentar el éxito. En aquel caso, fue su amante quien lo detuvo para no entorpecer su carrera.
Tras años de dudas, incertidumbres y varios amores después, a finales de marzo de 2010, este sex symbol puertorriqueño escribió en su cuenta de Twitter: “Hoy acepto mi homosexualidad como un regalo que me da la vida”. Pulsó la opción de publicar, apagó el ordenador y esperó la reacción del mundo.
Martin insiste en que hizo lo que hizo cuando “ya no podía más”. El nacimiento de sus hijos, cuenta, le impulsó a convertirse en un referente de verdad para ellos.
“Aunque durante años pensé que lo mejor era ocultar mi vida privada y mi verdadero ser, ahora tengo la plena convicción de que mi felicidad está en vivir una vida libre, sin miedos ni tapujos”, recoge su autobiografía.
Se muestra gratamente sorprendido por el tratamiento que los medios y la población dieron al anuncio, incluso en Latinoamérica o en un país tan “conservador” -dice- como EEUU.
“Tengo la suerte de que a mi edad dije: lo voy a decir porque tengo dignidad”, cuenta en su entrevista a Efe.
Su pensamiento está ahora con “los niños de trece, catorce o quince años que están entrando en un conflicto muy intenso sobre quiénes son ellos, sobre por qué se sienten raros y por qué su sociedad les dice que sus emociones están mal”.
RELIGIÓN, YOGA Y ESPIRITUALIDAD
“Dicen por ahí que una vez que eres católico, siempre lo serás”, cuenta el cantante, quien reconoce en sus memorias que esta fe le provocó no pocos quebraderos de cabeza cuando en el pasado trató de asumir su homosexualidad.
“Hay hombres y mujeres en conflicto consigo mismos, hay quien dice que esto te aleja de Dios”, afirma Martin, quien dedica una parte importante de sus memorias a esta cuestión.
No es raro que Martin cite a “Dios”, aunque no queda claro a qué divinidad se refiere. Tras un productivo viaje a la India, que le puso en contacto con su yo más profundo, se metió de lleno en el mundo del yoga.
“Yo tengo contacto directo con mi ser superior y, a mí, Dios no me urge, me quiere como soy. Mi Dios es luz, no es penitencia, es calma”, dice el cantante.
LA CARA DEL “BOOM LATINO”
Uno de los principales atractivos de esta biografía es conocer la “cara B” que siguió paralela al crecimiento artístico del artista del megahit “María”, al que interpretó “La copa de la vida” en la final del mundial de fútbol de Francia o al que puso en pie al mundo entero con “Livin’ la vida loca”.
A lo largo de sus capítulos, cuenta que, pese a su disciplina, el éxito estuvo a punto de ahogarlo. Martin se convirtió en el epicentro de un terremoto musical que azotó el mercado estadounidense y que se dio en llamar el “boom latino”.
Tras “Almas del silencio” (2003), su último disco con temas inéditos en español hasta la publicación del nuevo “Música Alma Sexo”, Martin decidió que tocaba hacer un receso.
“Necesitaba silencio después de 25 años. Necesitaba coger mi mochila y viajar, estar solo. No dejarme llevar por un itinerario. Luego lanzamos un CD acústico (“MTV Unplugged”, 2006). Es lo que necesitaba para aceptarme y tomar la decisión de ser padre”, explica.
En 2011, Ricky Martin vuelve con un equilibrio nuevo y no lo hace solo. Regresa el sonido latino, el rock y la balada romántica con influencias latinas. Con él regresa también Desmond Child, el productor que lo acompañó en éxitos como aquel “The cup of life”, “She bangs” o “Livin’ la vida loca”, para facturar un disco “con altas y bajas, como la vida misma”, apunta el cantante.
También le acompaña la española Natalia Jiménez, con quien interpreta el single “Lo mejor de mi vida eres tú”. “Era ella o lo hacía solo”, dice sobre la excantante de La Quinta Estación, “Es linda, mágica, he encontrado una amiga en este mundo artístico”, cuenta.
Y por si el libro “Yo” no fuese suficiente repaso a su vida, todas las letras de este nuevo trabajo han sido escritas por el propio Ricky Martin y constituyen toda una declaración de intenciones y de sinceridad. Ahí quedan versos como los que incluye el tema “Basta ya”: “Acercándome hacia la verdad, busco un modo de explicarle al mundo lo que ya no se callar”.
Fuente: Javier Herrero, EFE