La leyenda del luchador Santo, originada a su muerte en 1984, cumple 25 años entre los iconos de la cultura popular mexicana, como el héroe enmascarado de plata que vencía por igual a rivales en el ring que a monstruos o vampiros en el cine.
La máscara que se confeccionó él mismo para dejar de ser Rodolfo Guzmán y asumirse como Santo el Enmascarado de Plata en 1942, representa actualmente el mayor símbolo de la lucha libre y de la heroicidad popular de México.
Al celebrarse hoy los 25 años de su muerte, su estatua situada en el barrio más popular y bronco de la capital mexicana, Tepito, recibió decenas de visitas que revalidan su vigencia como emblema de la cultura de este país.
“Son sus bodas de plata (luctuosas) y estoy muy contento de celebrarlo de esta manera, con sus amigos, con la gente que trabajó con él en el cine y en la lucha”, declaró a Efe el Hijo del Santo tras hacer una guardia de honor ante la estatua de su padre.
Santo dejó una historia de épicas batallas deportivas en los cuadriláteros y una filmografía de 54 películas como un defensor de la justicia frente a malvados vampiros, monstruos y científicos locos.
El personaje invocó este día a luchadores y a figuras del cine para dar pie a los homenajes por su aniversario luctuoso con decenas de actividades culturales que van desde exposiciones hasta un ciclo de cine con sus películas.
Como luchador nunca perdió una batalla en la que estuviera en juego la revelación de su identidad y eso favoreció el misterio sobre su personaje y una idolatría de cinco décadas entre los aficionados.
“En ese tiempo había muy buenos luchadores, pero te puedo decir que el más popular y el más famoso fue el Santo”, declaró a Efe El Fantasma, un luchador que tiene una máscara morada en la cabeza, blanca en un rostro con antifaz.
Las fotonovelas primero y el cine después favorecieron su identidad como gran protagonista y héroe de películas como “Santo contra las mujeres vampiro”, una cinta clásica entre las 54 que firmó el luchador.
La segunda mitad del siglo XX en México fue de reconocimiento a su carrera de luchador y héroe de mil batallas fílmicas ante grandes monstruos y malvados de películas como “Santo contra el Cerebro del Mal”, la primera del género que filmó en 1958 en Cuba.
La exposición “Santo de mi devoción” con 50 ilustraciones y la “Santo, la leyenda de plata”, con máscaras y pertenencias del luchador que será organizada por la Universidad Iberoamérica, privada, marcarán pauta de los actos conmemorativos.
Las 54 películas que filmó el Santo, serán transmitidas a lo largo de seis meses por un canal de televisión restringida y por una sala de cine de arte en la capital mexicana y también se presentará un libro de imágenes del luchador.
Santo nació como Rodolfo Guzmán Huerta el 23 de septiembre de 1917 en la ciudad de Tulancingo, en el estado de Hidalgo, debutó como luchador el 26 de julio de 1942 y se retiró de este deporte en 1982, cuando ya tenía 65 años de edad.
La muerte lo sorprendió en un hospital de la capital mexicana a la edad de 67 años para marcar el final de la historia del luchador y el nacimiento de la leyenda del Enmascarado de Plata.
Fuente: Jose Antonio Torres / EFE