Con cuatro candidaturas a los premios MTV que se entregan en octubre en Los Ángeles y el éxito de su trabajo en México y Estados Unidos, los mexicanos Zoé llegan a España conscientes de que deben “picar piedra” para lograr idéntico reconocimiento en el mercado español.
“Venimos a picar piedra”, afirma el guitarrista Sergio Acosta, durante la entrevista concedida a Efe con motivo de la publicación en España, hoy, día de la independencia de México, del cuarto trabajo de Zoé, “Reptilectric”, y de su actuación en Madrid el jueves 17 de septiembre.
“Toca cambiar el chip y venir a trabajar casi de cero, y todo lo que sucede en México no te avala de nada”, añade Acosta, en la misma línea de lo que opina el cantante León Lárregui, quien comenta: “Es como recordar cuando empezábamos”.
Sobre el esfuerzo para triunfar, el vocalista evoca una anécdota de sus principios: “Una vez me dijo Damon Albarn (cantante de Blur) en un camerino, cuando yo tenía 23 años: ‘ni te creas que esto es sexo y rock and roll, hay que trabajar'”.
La misma labor de siembra, en este caso con el público latinoamericano, les llevará, después de Madrid, a Colombia y Argentina, a donde Zoé viajará después de dar 18 conciertos en México con los argentinos Babasónicos.
Zoé tiene cuatro candidaturas (Artista del Año, Mejor Grupo o Dúo, Mejor Artista Rock y Mejor Artista Norte) para los premios MTV por su último disco, “Reptilectric”, editado en México en 2008 y que ahora se publica en España, pero el grupo no está obsesionado con ganar.
“Obviamente, si ganamos nos ayudará mucho en la proyección internacional, pero no esperábamos ni siquiera una nominación”, aclara Lárregui.
Seguidores de grupos españoles de la “movida” de los 80, como Radio Futura, Nacha Pop o Duncan Dhu, y de artistas internacionales como The Beatles, Depeche Mode, The Cure o Pink Floyd, los integrantes de Zoé insisten en la importancia de cantar en su idioma original.
“Cuando las bandas de rock en español se traducen al inglés pierden un elemento muy importante, el sentido del humor, la identidad latinoamericana”, afirma el batería Rodrigo Guardiola.
En opinión de Acosta, “habría que buscar una apertura de los mercados anglos por escuchar rock en español”, ya que si se difunde la música de los islandeses Sigur Rós en su lengua materna “no debería ser diferente” para quienes canten en castellano.
Estos amigos, que se conocieron cuando estudiaban la secundaria (ahora tienen entre 31 y 36 años), fundaron Zoé en 1998 y, tres años después, llegó la publicación de su primer disco homónimo. Luego nacieron “Rocanlover”, el EP “The Room” y “Memo Rex Commander y el Corazón Atómico de la Vía Láctea”.
“Creo que éste (“Reptilectric”) ha sido el disco más relajado que hemos hecho. El Memo Rex nos dio la paz que necesitábamos, porque fue un disco muy exitoso y para éste contamos con buen presupuesto y buena planeación”, explica el bajista Ángel Mosqueda.
Phil Vinall, productor de grupos como Radiohead o Placebo, está al frente de este disco, como ya ocurrió con el anterior, algo que los componentes del quinteto valoran positivamente, tanto que le consideran “el sexto miembro” de Zoé.
Los integrantes de este grupo mexicano alaban internet como medio de difusión, gracias al cual su música traspasó las fronteras mexicanas, y consideran que, para luchar contra la piratería, “a las disqueras les toca adaptarse y a las bandas hacer discos como obra física cada vez más atractiva”.
Ahora Zoé tratará de asegurar, con su esfuerzo en vivo, ese público que ha ganado a distancia y convertirse, de esta forma, en visitante habitual de los escenarios españoles.
Por: Concepción M. Moreno / EFE