Los inmigrantes, los niños y los indígenas se abren paso en el cine que retrata las violaciones a los derechos humanos en Latinoamérica, aseguró el director del Cuarto Festival Internacional de Cine Social y de Derechos Humanos, Nelson Cabrera.
En este certamen, que se celebra entre el 2 y el 9 de enero en la ciudad chilena de Valparaíso y está organizado por el colectivo Cine Forum, compiten 104 películas, 34 de ellas largometrajes chilenos, 20 argentinos y 17 españoles.
Las temáticas de los filmes, que luchan por un simbólico premio (una placa) que lleva el nombre de Salvador Allende, presidente de Chile entre 1970 y 1973, tienen como factor común la represión a los menores en el periodo de la dictadura.
Sin embargo, el coordinador del festival asegura que se está en presencia de “un nuevo cine” que está lejos de agotarse, ya que el enfoque latinoamericano sobre los derechos humanos está cambiando.
“Lo que se agotó después del año 73 fue el cine político militante, el cine con una opción concreta que era el socialismo. Lo que hay hoy día es una mirada nueva que creo que recién comienza”, precisó.
Cabrera explicó que, si bien los derechos humanos tienden a asociarse con las dictaduras, “hay que entender que hay una serie de situaciones que son nuevas, el tema de los pueblos indígenas, los derechos laborales, la migración o los niños como mano de obra”.
“Hay un abanico interminable de temas que no se han agotado y que creo por el contrario recién comienzan; el cine debe ser capaz de recorrer todos los intersticios de la sociedad”, explicó.
El realizador también destacó el éxito que ha tenido este certamen, que en esta edición ha logrado triplicar el número de películas (46) inscritas el año anterior. “Nos hemos convertido en una ventana del cine chileno”, subrayó.