Bogotá39 – La magia del numerito

Se trató de elegir un grupo representativo más que a los mejores, entre los que participaron en la más reciente edición de la Feria Internacional del Libro, que se realizó en Bogotá.

Más de 2 mil lectores de América Latina postularon a los escritores menores de 39 años que, a su entender, debían formar parte de esta lista latinoamericana llamada Bogotá 39. Piedad Bonnett, Héctor Abad Faciolince y Óscar Collazos fueron los encargados de escoger a los 39 más destacados, a los más interesantes, a los que mostraran un mayor potencial. Requisitos: ser menor de 39, ser latinoamericano, ser narrador y tener al menos un libro publicado. La lista está y tendremos a los 39 en Bogotá. ¿Qué pretende Bogotá 39?

En el último número de la revista ‘piedepágina’, el escritor chileno Alberto Fuguet se lamenta del inquebrantable carácter local a que se ha visto reducida la obra de Andrés Caicedo. Fuguet hace su queja a la luz de ‘Bogotá 39’, la elección de los 39 escritores menores de 39 en la pasada Feria Internacional del Libro de Bogotá. Al acercarse la fecha en que los 39 estarán en Bogotá, los medios impresos y virtuales han empezado a zumbar con artículos y noticias sobre esta lista de elegidos que, como todas, puede ser discutible y polémica, pero que será una excelente oportunidad para dar a conocer a un grupo interesante de escritores y ofrecer un panorama amplio de la literatura que se está haciendo en Latinoamérica. 

Volviendo a Fuguet, el chileno apunta que “es comprensible que un libro de un colombiano no se encuentre en japonés o polaco, pero lo que no se explica, lo que amarga y finalmente enrabia, es que cualquier libro escrito en español no se encuentre en una librería de un país en que se habla español”. Fuguet agrega: “Hemos vuelto al más fascista de los provincianismos. Chilenos para los chilenos, colombianos para los colombianos, peruanos para los peruanos. La moral profunda que subyace es: el mundo interior de un ecuatoriano contemporáneo no puede conectar con un lector contemporáneo mexicano. Sólo España, la madre patria, puede filtrar y ver qué podemos leer. El itinerario es simple y todos lo conocen: la ruta más corta entre Santiago y Ciudad de México pasa por Madrid y, sobre todo, por Barcelona.”

Que tal desconocimiento exista entre nuestros países en pleno siglo XXI a pesar de que las barreras comerciales han aflojado y a pesar de que un 51 por ciento de los 39 escritores tiene Blog y/o página Web, hace que la primera y más importante reflexión que genere Bogotá 39 sea en torno al estado de la cultura latinoamericana.

Eso me lleva a dos anotaciones estadísticas sobre el grupo de autores seleccionados: 37 escritores y escritoras usan una que otra palabra en inglés (además de modismos propios de su región) y dos, aunque nacidos en Latinoamérica, emigraron a E.U. cuando niños y escriben en inglés para una audiencia norteamericana. Además, el 53 por ciento ha vivido o vive actualmente en Europa o E.U. Estas cifras revelan una contradicción interesante: aunque los 39 se han vertido hacia el mundo global, usando Internet como entrada a una comunidad transfronteriza y el inglés como un idioma común, pocos son conocidos por lectores que hablan español y habitan la misma región. El reto de ‘Bogotá 39’ es, entonces, como bien lo plantea Héctor Abad, el de “borrar nuestras fronteras, que son mucho más artificiales que reales”. ‘Bogotá 39’ será importante en la medida en que genere oportunidades para pensar seriamente sobre las barreras culturales y políticas que perpetúan una percepción atomizada de una región a la que le urge empezar a mirarse más de cerca. 

En la lista están representados 17 países de América Latina. 28 hombres y 11 mujeres. Se trató de elegir un grupo representativo más que a los mejores. “Eso es imposible, y seguramente mucha gente buena se quedará por fuera”, dijo Piedad Bonnett al referirse a su trabajo como jurado. Sea como sea, ahí está la lista y, como dijo a ‘piedepágina’ Ramón González, editor de la revista ‘Letras Libres’, de México, “todas las listas tienen algo de arbitrario -empezando por los criterios con que se confeccionan-, pero probablemente eso es lo que hace que despierten la curiosidad y, más tarde, las discusiones. En ese sentido, la selección de ‘Bogotá 39’ me parece perfecta: es ligeramente caprichosa (menores de 39), pretende abarcar más de lo que razonablemente se puede (un inmenso continente), es discutible (todas lo son). Es decir, se trata de una selección muy útil por algo enormemente importante para la literatura: hablar de literatura.”
Una ventaja indiscutible de esta lista es que ya ha generado más listas. Incluso antes de su nacimiento, la de ‘Bogotá 39’ dio origen a otra. En una jugada comercial bastante audaz, Villegas Editores publicó hace algunos meses una antología de jóvenes escritores colombianos llamada ‘Calibre 39’. La estrategia de Villegas podría verse replicada luego de agosto cuando una editorial y luego otra inventen nuevas maneras de agrupar escritores y, quizás, arriesgarse con autores desconocidos. Por lo pronto, Ediciones B lanzará el 23 de agosto una ambiciosa y muy necesaria antología que reúne cuentos de los 39 escritores.

Otra de las posibilidades de ‘Bogotá 39’ está en la mirada de la academia y de la crítica. ‘Arcadia’ y ‘piedepágina’ abanderan este esfuerzo al dedicar sus números de agosto a ‘Bogotá 39’. La primera revista recoge reseñas de los libros de estos autores así como un artículo en el que Margarita Valencia hace el monumental esfuerzo de leer a todos los 39 y presentar su dictamen. La segunda publicación, por su parte, recoge las opiniones de distintos editores y escritores de México, Venezuela, Perú, además de profesores y críticos, quienes aplauden y cuestionan la iniciativa no sin dar nombres de sus favoritos. Se genera así una lista paralela también muy importante que responde a esa primera y aumenta el diálogo en torno a la narrativa continental. Aquí va la contralista de 26 autores propuesta por estos críticos, una lista para los interesados en un examen concienzudo del actual panorama literario: Dani Umpi, Antonio Ortuño, Rafael Gumucio, Alejandro Rebolledo, Federico Levín, María Eugenia Rombolá, Natalia Moret, Héctor Bufanda, Trino Maldonado, Florencia Abbate, Lina Meruane, Maurice Echavarría, Luis Hernán Castaneda, Diego Trelles Paz, Tryno Maldonado, Eloísa Cartonera, Carolina Sanín, Mariana Enríquez, Claudia Ulloa, Andrea Jeftanovic, Ezio Neyra, Ignacio Padilla, Pedro Ángel Palou, Cristina Rivera, José Ramón Ruisanchez y Vanesa Garnica.

La visita de los 39 convierte a la ciudad, durante 4 días, en escenario para la literatura. Los 39 estarán en colegios, universidades, bibliotecas, cafés y librerías, y estarán para los lectores, pero también para los que tienen un potencial lector que nadie ha incentivado. Los temas de las charlas son sencillos y están pensados para incluir por lo atractivo en vez de excluir por lo complejo. Aunque cambien los autores y los escenarios, los temas se repiten. O sea que, a la larga, todos tocarán las mismas inquietudes: ¿Cómo y sobre qué escribimos? Los escritores que nos formaron, Lectura de mis textos, y ¿Qué está pasando en la literatura de América Latina? Llevados siempre por un moderador, estos mismos temas despertarán, seguramente, una que otra polémica entre los mismos escritores, desde puntos de vista, políticas y estilos narrativos distintos. 

Fuera del ciclo regido por estos temas existen también otros espacios donde los escritores abordarán puntos más específicos. Las seis ‘Conversaciones Arcadia’ prometen mucha sustancia por ser las únicas charlas que se realizarán uno a uno. También las librerías le abren sus puertas a los 39, con una programación que permite un contacto más directo con los autores, además de firmas de libros. Y hay que decir que, para ello, algunas asumieron el compromiso de traer, y poner a disposición del público bogotano, libros de los 39, promesa que ojalá se replique en otras ciudades de Colombia y de Latinoamérica. 

Así, y quizás este sea otro de los alcances interesantes de Bogotá 39, a la propuesta planteada por la Secretaría Distrital de Cultura y el Hay Festival, se han venido sumando iniciativas provenientes de diferentes actores del mundo del libro y el periodismo literario, que le darán nuevos desarrollos a la propuesta y aportarán a sus resultados. Un buen ejemplo, pues, del trabajo conjunto y enriquecedor del sector público y el privado, que empieza a rendir importantes frutos culturales en esta ciudad. 

Tras el evento, vendrá a finales de este año otra gran vitrina para la propuesta bogotana y una gran oportunidad para autores, editores y público: los 6 colombianos elegidos junto con los otros 33 estarán en la Feria del Libro de Guadalajara, ya sea de cuerpo presente o a través de un catálogo de derechos que será publicado por Bogotá Capital Mundial del Libro. Este catálogo profesional, que incluye entrevistas de Gastón García, fotos exclusivas de Daniel Mordzinsky y un directorio de derechos de autor y de agentes, será llevado al salón de derechos de Guadalajara con la intención de materializar las expectativas que todos hemos puesto sobre ‘Bogotá 39’: ampliar la oferta de la literatura latinoamericana en Latinoamérica, crear nuevos públicos para la narrativa continental, multiplicar los tenues lazos de comunicación (virtual y material) que existen entre nuestros países, y oírnos y repensarnos desde las ricas posibilidades que ofrece este grupo de voces provenientes de todas las regiones de América Latina.

ANA RODA
Coordinadora de Bogotá Capital Mundial del Libro
Especial para Lecturas Fin de Semana

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