Dani Martín está de vuelta, esta vez con una segunda placa solista que lleva su nombre como título.
El disco deja ver a simple vista el cuidado con el que se ha hecho el trabajo; no solamente por el hecho de haber lanzado la producción en cd, edición digital y acetato, sino porque el cantautor español se ha tomado la molestia de buscar los mejores estudios, los mejores músicos y los mejores ingenieros para poder lograr un resultado que pocos puedan tildar negativamente.
Se trata de material un poco alejado de lo que venía haciendo con su antiguo grupo, El canto del loco, quizás tratando de pasar la página y dejar los temas juveniles como Zapatillas y La madre de José; también deja atrás la tristeza y la nostalgia de su vida personal que reflejó en su primer disco solista, Pequeño, con canciones como Mi lamento, 16 añitos o Mira la vida. El contenido del disco homónimo es variado y refleja su crecimiento como compositor.
Dani Martín ha incluido en su segundo álbum el tema Estrella del rock con el que da a entender que se siente cómodo en el papel de popero que roba suspiros de chicas y no anda metido en una pose de rebelde o de distinto, actitud que viene criticando desde hace años y que mucha controversia le ha generado en su país natal: “Desde pequeño quise ser una estrella del rock pero la vida me dejó solo cantante de pop”, canta.
Con Dani Martín el madrileño ha estado marcando récords en España pero el premio mayor puede haber sido la oportunidad de grabar con el maestro Joaquín Sabina la canción Por las venas, un tema que evoca la ranchera y un tanto de sabor latino con blues y una bella mezcla de metales, un Hammond y guitarras.
El primer sencillo para España fue la canción Cero, una balada pop en la que señala la importancia de los puntos finales, de dejar atrás el pasado y volver a comenzar; un iniciar esta nueva etapa con el pie derecho pues estuvo en el primer lugar por varias semanas y el single fue primer lugar de ventas. Podría señalarse como una de las mejores canciones del disco.
No sucedió así con Latinoamérica, a quienes nos tiraron como primer promocional la canción Caminar, que aunque también tiene un trasfondo positivo y nos repite que hay que poner buena cara y seguir andando, pero no tiene punto de comparación con la belleza que presentaron en España.
Por otra parte, Un millón de luces tiene un ritmo en el coro que evoca su época en El canto del loco, pero la rescata el resto de la canción y no defrauda.
No todo son flores para el disco; Caramelos es un tema con matices de roots que hubiese ido muy bien sin los besos (reales) en el coro al estilo Tarkán; El puntito es un pop bonito que no necesitaba un rap en el minuto 3:23 ¡para nada! Pero fuera de eso, está bastante bueno.
El nuevo álbum de Dani Martín se grabó en Los Angeles (Ocean Way Studios), Miami (Cutting Cane studios ) y Madrid, y ha sido producido por George Noriega (ganador de un Grammy y productor de Shakira, Ricky Martin, Jennifer Lopez y Gloria Estefan), Bori Alarcón, Iñaki García y Dani Martín. Entre los músicos que han participado en la grabación está la banda que acompaña a Paul McCartney: Abe Laboriel Jr. (batería, percusión), Rusty Anderson (guitarra) y Brian Ray (bajo). Las mezclas del álbum estuvieron a cargo de Michael Brauer (Rolling Stones, Bob Dylan, Paul McCartney, Coldplay, John Mayer, Wilco, Ron Sexsmith…) en Electric Lady Studio (Nueva York) y la masterización es obra de Bob Ludwig (Led Zeppelin, Jimi Hendrix, The Police, Madonna, Eric Clapton, David Bowie, Radiohead, Nirvana, Green Day, Dire Straits…). Nombres que pesan… y mucho.
Estos grandes personajes y este buen resultado nos llevan a una pregunta de rigor: ¿Son estas sus mejores canciones? En una entrevista reciente aseguró que “la mejor canción está por llegar”. Si esto es así, tocará seguir pendiente de Dani Martín para saber qué ases se guarda bajo la manga.